jueves, 10 de marzo de 2011

Pesadillas

No suelo tener pesadillas, sí sueños muy locos pero no pesadillas. Ayer tuve muchas y todas de un tajo:

- Cocodrilos. Enormes, hambrientos y muy gordos.

- Agua, mucha y sucia. Piscina.

- Niño (Diego) con golpes craneoencefálicos y desfalleciendo en mis manos.

- Caer en una zanja

- Llenarme de lodo

- Perder un zapato en un mercado atestado de gentes que lo lanzaba cada vez mas lejos de mi alcance. (sí, se lee chistoso pero no lo fue, sobre todo cuando estas perdida en dicho mercado, el piso esta sucio y tu andas descalza)

- Ir a una escuela nocturna en un barrio para nada alentador

- Carro arruinado en medio de la nada con la responsabilidad de llevar a las niñas de la escuela con bien a sus casas.

- Pelearme y putear hasta de lo que no se dice a una tipa que no quería ayudar con el niño golpeado y el carro arruinado y que todo fue por su culpa (maldita!)

- Mellizos agonizando que luego se convertían en payasos de tela en los brazos de los paramédios y eso me dio mucho miedo.

- Esperar una promesa de llamada que nunca llego

- Comer paletitas de colores con sensación de gomita que producían desubicación.

- Caos, desorden, aflicción, deseo de salvar a las personas a mi alrededor y no poder hacer nada.



Desperté.
Sí, todo esto -y quizás más- soné anoche.
Me desperté llorando, cansada y muy agitada.
¡Peste total!

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