“¿Y qué me importa no tener dinero?
No necesitas el dinero, lo único que
necesita es su mochila con esas bolsitas de comida seca
y un buen par de zapatos, y allá se va a disfrutar de los privilegios de un millonario
en sitios como éste.”
y un buen par de zapatos, y allá se va a disfrutar de los privilegios de un millonario
en sitios como éste.”
(Los vagabundos del Dharma – Jack Kerouac)
Pocas personas
van a entender esta sed de recorrer el mundo fuera de la zona de confort ¡Es
una sed que no para nunca! Que hace que cada espacio posible y disponible se
utilice al máximo.
Esta vez, mi idea original
era ir a Guanaja, una pequeña isla en el caribe Hondureño, pero las noticias de huracanes me hicieron cambiar el rumbo y elegir un el destino más cerca (pero
no por eso menos aventurero). Guatemala ¡me
encanta! Nunca me canso de recorrer sus vereditas, respirar sus tierras,
saborear sus sabores….
En esta ocasión los destinos fueron: San Pedro la Laguna,
San Andrés Xejul, Zunil, Xela, Totonicapan, Panajachel, Fuentes Georginas y
otros. El camino estuvo cargado de aventuras, nuevos amigos, lluvia, caminos
equivocados, conciertos, sorpresas y clima delicioso.
La primera parada fue en Solola, desde donde se toma
el siguiente bus para bajar a Panajachel, ese pueblito pintoresco frente al
lago de Atitlán en donde las Pitahayas abundan al igual que los extranjeros!
Desde Pana se toman las lanchas que van hasta San Pedro la laguna (alías San Pedro la locura, porque hay fiesta ¡sin fin!). San Pedro está cargado de energía mística durante el día y buena vibra por las noches, en donde la fiesta, el baile, los tragos y los chicos/as te hacen explotar la cabeza. El aspecto fantasmal y delicioso que hay sobre el lago por las mañana uno no sabe si es efecto de la goma de la noche anterior o la neblina que va poblando poco a poco la laguna.
Desde Pana se toman las lanchas que van hasta San Pedro la laguna (alías San Pedro la locura, porque hay fiesta ¡sin fin!). San Pedro está cargado de energía mística durante el día y buena vibra por las noches, en donde la fiesta, el baile, los tragos y los chicos/as te hacen explotar la cabeza. El aspecto fantasmal y delicioso que hay sobre el lago por las mañana uno no sabe si es efecto de la goma de la noche anterior o la neblina que va poblando poco a poco la laguna.
Fogata en el lago |
Pitahaya Breakfast :D |
De San Pedro salí rumbo a Totonicapan para poder
conocer más del altiplano chapín y de paso buscar la famosa iglesia de
San Andrés Xecul.
Nos perdimos.
Pero perderse en el camino siempre es ganancia y nos permitió conocer muchos sembradíos y lugares hermosos que de otra forma no hubiésemos conseguido ver.
Nos perdimos.
Pero perderse en el camino siempre es ganancia y nos permitió conocer muchos sembradíos y lugares hermosos que de otra forma no hubiésemos conseguido ver.
Finalmente llegamos a San Andres Xejul en donde pudimos
apreciar la belleza de la iglesia del siglo XVII que se levanta en su plaza
central. Su diseño es realmente particular y uno de los mejores que he visto, dado que es una representación de la cultura
extravagante que existe en el lugar. Existe un sincretismo religioso muy
marcado en pueblos con población predominante maya k’iche’ quienes practican la
espiritualidad maya y ordenamiento católicos que se ven de manifiesto en la
fachada de la iglesia.
Para llegar a San Andrés Xecul se debe tomar un bus que vaya
para Totonicapán desde el cruce de “4 caminos” y pedir que lo bajen en
“Morerias”, desde donde se puede abordar otro pequeño transporte hasta San
Andrés Xecul (la iglesia se encuentra detrás de la parada de autobuses que
llegan al pueblo, así que no hay pierde).
De Xejul tomamos otro bus rumbo a Xela en donde ya llegamos
un poco tarde pero con la energía suficiente para salir de rumba bajo ese
delicioso clima de 8 °C . Xela es de mis sitios favoritos de Guatemala, y no me
canso de visitarlo cada vez que puedo, es una capital de cultura muy
interesante, desde galerías de artes, el teatro, bares, discotecas, iglesias,
edificios antiguos, historias interesantes, etc. Hasta preciosas montañas y
veredas para recorrer y sorprenderse.
Una de las sorpresas en Xela fue que había concierto de “ElGordo GT” en El Cuartito!!!! Estaba celebrando sus 7 años de carrera y fue
un súper concierto que se llenó de gente que se podía todas sus canciones,
había neblina colándose en el patio y entre las gentes, las manos y las
narices frías por la baja temperatura.
Desde Xela (Quetzaltenango), se puede viajar hasta Zunil, un
pequeño pueblecito de agricultores que sorprende por su variedad y
grandeza de sus cultivos. Llegamos a Zunil pidiendo jalón para poder visitar
las Fuentes Georginas (Aguas termales) en donde conseguimos otro Pick Up que
también nos dio “ride” hasta la entrada del lugar.
El camino de ascenso hasta las Georginas es
¡espectacular!, sembradíos por todos lados, la neblina trae consigo el olor a
zanahorias, a berro, cebollas , etc. ¡No miento, es delicioso! , dan ganas de
bajarse y cortar unas cuantas hortalizas.
Finalmente llegamos a la termales, las cuales son un regalo
en medio de las montañas cubiertas por neblina que baja suavemente para
desaparecer al siguiente momento.
De regreso hacía Xela, nuevamente nos dieron “ride” , eso
nos permitió llegar a muy buen tiempo a la ciudad y poder disfrutar de nuevos
recorridos, el parque, el teatro y una infaltable cena en el pasaje Enriquez .
Viajar no tiene porqué ser caro, solo se debe tener las
ganas y el impulso necesario, el camino va ayudando con todo lo demás :)
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