Si pudieras asomarte: si esto de lo que te hablo fuera algo material, tangible -por lo menos localizable- no dudaría ni un segundo en abrirme el pecho, la espalda, el cuello y decirte mira: esto es lo que pasa, esto es lo que siento, lo que sé, de esto (NO) te estoy hablando.
En cambio tengo que sentarme por horas a buscar una palabra que diga más que todas, a ensayar los espacios y la puntuación que resulte clara.
Entonces “amor”, “casualidad”, “destino” van perdiendo fuerza si comparten oración con tu nombre o tu mirada.
No existe una palabra lo suficientemente bella para describir la Belleza.
Así las cosas, resulta que te me enredas.
Tendría que hacerte escuchar algunas canciones, leerte las líneas que nos dedicaron personas que, esta vez, no conocimos.
Llevarte a ese lugar donde la luz, al rozarte, te bendice.
Dejarnos atrapar por ciertas pinturas, por ciertos colores.
Tendría que hacerte recordar de dónde venimos.
Si pudiera yo asomarme en ti, te sanaría.
Yo sé tu Nombre Verdadero, y aunque tú lo hayas olvidado,
En cambio tengo que sentarme por horas a buscar una palabra que diga más que todas, a ensayar los espacios y la puntuación que resulte clara.
Entonces “amor”, “casualidad”, “destino” van perdiendo fuerza si comparten oración con tu nombre o tu mirada.
No existe una palabra lo suficientemente bella para describir la Belleza.
Así las cosas, resulta que te me enredas.
Tendría que hacerte escuchar algunas canciones, leerte las líneas que nos dedicaron personas que, esta vez, no conocimos.
Llevarte a ese lugar donde la luz, al rozarte, te bendice.
Dejarnos atrapar por ciertas pinturas, por ciertos colores.
Tendría que hacerte recordar de dónde venimos.
Si pudiera yo asomarme en ti, te sanaría.
Yo sé tu Nombre Verdadero, y aunque tú lo hayas olvidado,
todo tu cuerpo está gritando el mío.
(Edel Juarez)
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