jueves, 22 de septiembre de 2016

Los Vagabundos del Dharma


“…el mundo entero es una cosa llena de gente que anda de un lado para otro cargada con mochilas, Vagabundos del Dharma negándose a seguir la demanda general de la producción de que consuman y, por tanto, de que trabajen para tener el privilegio de consumir toda esa mierda que en realidad no necesitan, como refrigeradores, aparatos de televisión, coches nuevos y llamativos, brillantina para el pelo de una determinada marca y desodorantes y porquería en general que siempre termina en el cubo de la basura una semana después; todos ellos presos en un sistema de trabajo, producción, consumo, trabajo, producción, consumo... Tengo la visión de una GRAN REVOLUCIÓN DE MOCHILAS, de miles y hasta de millones de jóvenes con mochilas y subiendo a las montañas a rezar, haciendo que los niños rían y que se alegren los ancianos…..siendo amables y realizando actos extraños que proporcionan visiones de libertad eterna a todo el mundo y a todas las criaturas vivas…” 
(Los Vagabundos del Dharma – Jack Kerouac )


“Los Vagabundos del Dharma” ha sido mi libro 11 en lo que va del año y realmente ha sido un impulso necesario. Muchos lo consideran “ la biblia metafísica de los hippies” , dado que fue un punto de partida para una nueva forma de vivir en donde la cercanía con la naturaleza y el desapego material son la clave.

¡La magia de la  vida como un viaje impredecible!

No hay punto de llegada, no hay metas, no hay más que el fluir y hacerle caso al sentir del día a día.




Jack Kerouac es considerado un pre hippie. En este libro se puede conocer cómo vivían los beatnicks:  fiestas interminables con lecturas de poesía, jazz, vino, un poco de weed, bailar desnudos alrededor de fogatas…. Pero ¡No los satanicen! No todo era fiestas alocadas, se tenía que tener mucho coraje y ser bastante arriesgado para vivir así, los pre hippies tuvieron mucho más coraje que los hippies , porque no era una simple moda: era un estilo de vida.

Kerouac, se describe más como budista errante, casi un mendigo, que busca la vida y su encuentro con el Dharma (la rueda de la verdad budista … “ley natural”, “conducta piadosa”, “virtud”, etc. ) Para Kerouac y sus amigos es un camino espiritual difícil porque el budismo era casi desconocido en occidente y muy poca gente lo comprendía (este libro prácticamente fue una puerta que se abrió a un conocimiento que hoy vemos mercantilizado en los gimnasios de Yoga, congresos y visitas del Dalai Lama).

Pero lo que más me fascino de este libro es como Kerouac profetiza una revolución de las mochilas!!!! : “miles y hasta millones de jóvenes con mochilas  subiendo a las montañas a rezar…siendo amables y realizando actos extraños que proporcionan visiones de libertad”

Porque al final  no importa si la mochila se agarra una semana, tres meses o dos años, lo que importa es la forma de viajar: la revolución de salir de la zona de confort.

“La gente tiene buen corazón, tanto si viven como Vagabundos del Dharma o como si no.
La compasión es el corazón del budismo".
 (Jack Kerouac) 



miércoles, 21 de septiembre de 2016

San pedro la "locura", San Andres Xejul , Zunil, Xela y más

“¿Y qué me importa no tener dinero?
No necesitas el dinero, lo único que necesita es su mochila con esas bolsitas de comida seca 
y un buen par de zapatos, y allá se va a disfrutar de los privilegios de un millonario 
en sitios como éste.”
(Los vagabundos del Dharma – Jack Kerouac)


Pocas personas van a entender esta sed de recorrer el mundo fuera de la zona de confort ¡Es una sed que no para nunca! Que hace que cada espacio posible y disponible se utilice al máximo.


Esta vez, mi idea original era ir a Guanaja, una pequeña isla en el caribe Hondureño, pero las noticias de huracanes me hicieron cambiar el rumbo y elegir un el destino más cerca (pero no por eso menos aventurero). Guatemala ¡me encanta! Nunca me canso de recorrer sus vereditas, respirar sus tierras, saborear sus sabores….

En esta ocasión los destinos fueron: San Pedro la Laguna, San Andrés Xejul, Zunil, Xela, Totonicapan, Panajachel, Fuentes Georginas y otros. El camino estuvo cargado de aventuras, nuevos amigos, lluvia, caminos equivocados, conciertos, sorpresas y clima delicioso.


La primera parada fue en  Solola, desde donde se toma el siguiente bus para bajar a Panajachel, ese pueblito pintoresco frente al lago de Atitlán en donde las Pitahayas abundan al igual que los extranjeros!

Desde Pana se toman las lanchas que van hasta San Pedro la laguna (alías San Pedro la locura, porque hay fiesta ¡sin fin!).  San Pedro está cargado de energía mística durante el día y buena vibra por las noches, en donde la fiesta, el baile, los tragos  y los chicos/as te hacen explotar la cabeza. El aspecto fantasmal y delicioso que hay sobre el lago por las mañana uno no sabe si es efecto de la goma de la noche anterior o la  neblina que va poblando poco a poco la laguna.





Fogata en el lago
Pitahaya Breakfast :D

De San Pedro salí rumbo a Totonicapan  para poder conocer  más del altiplano chapín y de paso buscar la famosa iglesia de San Andrés Xecul.
Nos perdimos.
Pero perderse en el camino siempre es ganancia y nos permitió conocer muchos sembradíos y lugares hermosos que de otra forma no hubiésemos conseguido ver.

Finalmente llegamos a San Andres Xejul en donde pudimos apreciar la belleza de la iglesia del siglo XVII que se levanta en su plaza central. Su diseño es realmente particular y uno de los mejores que he visto, dado que es una representación de la cultura extravagante que existe en el lugar. Existe un sincretismo religioso muy marcado en pueblos con población predominante maya k’iche’ quienes practican la espiritualidad maya y ordenamiento católicos que se ven de manifiesto en la fachada de la iglesia.

¡La fachada es hermosa! De color  predominantemente amarillo y otros colores como el rojo, azul y verde. La fachada tiene esculturas de figuras humanas, ángeles, frutas, tigres, monos, maíz y hasta quetzales.


En este palo, se lleva a cabo una tradición: Algunos hombres del pueblo se separan de sus casa y familias por un tiempo , para purificarse y meditar . Luego de este proceso de purificación que dura varios días, ellos se suben a este "palo" al cual amarran un lazo que llega hasta la punta de la iglesia y atraviesa toda la plaza central. Los hombres se suben y atraviesan este lazo, en el camino van meditando y adivinando que cosas esconden las personas que estan abajo mirando el acto . Luego bajan y se acercan a las personas  y les dicen lo que tiene escondido, si adivinan ellos pueden llevarse eso que estaba oculto (dinero, joyas, etc.) 


Para llegar a San Andrés Xecul se debe tomar un bus que vaya para Totonicapán  desde el cruce de “4 caminos” y pedir que lo bajen en “Morerias”, desde donde se puede abordar otro pequeño transporte hasta San Andrés Xecul (la iglesia se encuentra detrás de la parada de autobuses que llegan al pueblo, así que no hay pierde).

De Xejul tomamos otro bus rumbo a Xela en donde ya llegamos un poco tarde pero con la energía suficiente para salir de rumba bajo ese delicioso clima de 8 °C . Xela es de mis sitios favoritos de Guatemala, y no me canso de visitarlo cada vez que puedo, es una capital de cultura muy interesante, desde galerías de artes, el teatro, bares, discotecas, iglesias, edificios antiguos, historias interesantes, etc. Hasta preciosas montañas y veredas para recorrer y sorprenderse.




Una de las sorpresas en Xela fue que había concierto de “ElGordo GT” en El Cuartito!!!! Estaba celebrando sus 7 años de carrera y fue un súper concierto que se llenó de gente que se podía todas sus canciones,  había neblina colándose en el patio y entre las gentes, las manos y las narices frías por la baja temperatura.  



Desde Xela (Quetzaltenango), se puede viajar hasta Zunil, un pequeño pueblecito de agricultores que  sorprende por su variedad y grandeza de sus cultivos. Llegamos a Zunil pidiendo jalón para poder visitar las Fuentes Georginas (Aguas termales) en donde conseguimos otro Pick Up que también nos dio “ride” hasta la entrada del lugar.





 El camino de ascenso hasta las Georginas es ¡espectacular!, sembradíos por todos lados, la neblina trae consigo el olor a zanahorias, a berro, cebollas , etc. ¡No miento, es delicioso! , dan ganas de bajarse y cortar unas cuantas hortalizas.



Finalmente llegamos a la termales, las cuales son un regalo en medio de las montañas cubiertas por neblina que baja suavemente para desaparecer al siguiente momento.





De regreso hacía Xela, nuevamente nos dieron “ride” , eso nos permitió llegar a muy buen tiempo a la ciudad y poder disfrutar de nuevos recorridos, el parque, el teatro y una infaltable cena en el pasaje Enriquez .




Viajar no tiene porqué ser caro, solo se debe tener las ganas y el impulso necesario, el camino va ayudando con todo lo demás :)